Fedor Dostoievski compartió con el protagonista de esta novela la fiebre por la ruleta. La confianza, la excitación y la decepción hacen su juego en este relato breve que su autor escribió en menos de un mes, acosado por las deudas y por la codicia de los editores. El joven que intenta desafiar al destino a través del azar no está solo: una troupe de personajes burgueses, de aquellos que deambulan hacia el fracaso en las páginas de otras tantas novelas del autor, protagoniza equívocos, situaciones irrisorias y acaso una historia de amor.
"El vívido retrato que ofrecía de los ambientes de juego y del comportamiento de los rusos en el extranjero lo convirtió en un inesperado éxito. También la atrevida idea de que el enamorado es el jugador por excelencia: aquel que está dispuesto a todo, en todo momento, por la mujer que lo ha hechizado. Pocos libros hacen tan visible que el sentimiento más arrasador que existe, para el enamorado y para el jugador por igual, es el riesgo permanente de estar por perderlo todo. No el de ganar sino el de perder."
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